vendredi 12 mars 2010

Historia real: La historia de Liliana y Marcos

Hoy comparto con ustedes otra historia real de una instalación exitosa en Québec, la de una familia amiga proveniente de Túnes.

Por una cuestión de respeto he cambiado los nombres de mis amigos en esta historia. Todo lo demás es 100% verídico.



Ellos, promediando los 30 años, llegaron aquí sin hijos hace 5 años, y desde entonces tuvieron aquí a sus hijos que hoy tienen 4 y 2 añitos respectivamente.
Él tiene un diploma universitario en Administración de Empresas. Ella, no conozco su formación, pero sé que tiene también un diploma universitario.

Es importante hacer referencia a los pro y los contras que cada persona tiene como individuo en este proceso migratorio, para ser lo mas objetivo posible.

En el caso de ellos el gran pro es que el francés es su segunda lengua madre, ya que en Túnes es la lengua que se aprende en la escuela. La contra, si se puede considerar, es que tienen la tez un poco oscura (comparado con, no sé, Brad Pit) y Marcos tiene una actitud un poco combativa ante la ignorancia de las otras personas.

El mejor ejemplo es que en sus entrevistas de trabajo, cuando el entrevistador no sabe donde queda Túnes, o se confunde en el mapa o se equivoca de continente, él se lo toma realmente mal al punto de sentirse insultado.

Pués bien, ellos llegaron aquí sin ningún sobrante ni faltante de dinero, y comenzaron su instalación. Al poco tiempo Liliana tuvo a su primer hijo, con lo cuál para equilibrar familia y trabajo decidió devenir maestra de jardín de infantes y guardería. Para ello se anotó en un CEGEP, y un anño y medio después tuvo su diploma y comenzó a trabajar de inmediato.

Marcos, por su parte, decidió abandonar la búsqueda de trabajo como administrador de empresas (creo que su actitud combativa y la falta de dirección en su búsqueda fueron los factores determinantes de su fracaso, y no el mercado laboral en sí) decidió ingresar a la universidad en una orientación completamente diferente: Biólogo.

Su pasión siempre fué la observación de especies marinas y el bucéo, con lo cuál eligió seguir su vocación. Aclaro que no evaluó el mercado laboral relacionado a eso, sino simplemente decidió por amor a la cosa.

Cuatro años mas tarde terminó su carrera, y al mes de buscar empleo, encontró un muy buen empleo en el Acuario de Québec, que es administrado por el gobierno provincial.

Hoy estan completamente instalados, y hace dos semanas compraron su primera casa. Estan por demás contentos, sobre todo por el espacio que los dos niñitos (que son bastante tremendos!!) tendrán para jugar, dentro y fuera de la casa.

Como subsistieron económicamente hasta este punto? Pués bien, algo de ahorros, las ayuda por hijos y otros créditos gubernamentales, el servicio de préstamos y becas ofrecido por el gobierno provincial a los estudiantes de CEGEP y universitarios, y finalmente, sus salarios por su trabajo.

Esta historia tiene, ademas de un final feliz, el componente de que aunque Marcos no pensó todo con detalle y lo analizó como quizás yo lo hubiera hecho, logró con su esfuerzo y su determinación llegar a su objetivo. Creo que esto se debe a su dedicación personal combinada con la realidad de Québec, que mezcla un (casi) pleno empleo con la diversificación de los empleos, sobre todo orientados a la tecnología, el desarrollo y la investigación.

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