No, no he muerto (por qué nos vinimos?)

Perdon por mi ausencia en el blog: un bébé de 3 meses no es cosa fácil!

En esta ocasión me gustaría contar qué nos empujó a emigrar de la Argentina. Y utilizo bien el verbo "empujar", ya que la decisión es, en general, impuesta.

En mi caso ese empujón lo hizo la situación general, léase seguridad social (violencia, inseguridad) seguridad juridico-económica (a esta altura no creo que haga falta que les explique a que me refiero), etc, etc. Si, por supuesto que hay muchas cosas buenas y hermosas que disfrutar en nuestra país de origen, pero las malas no te permiten de disfrutarlas.

Recuerdo cuando iba al colégio y nos explicaban las teorías de la función del gobierno de un país según los diferentes pensadores de la historia, y la que más me gustó (y quizás por eso la retuve) es la del "gobierno padre": La función del Gobierno es la de ser el Padre que cuida de todos los ciudadanos (una suerte de chicos inquietos que necesitan límites, prémios para los que se portan bien y castigos para los que se portan mal). En el medio de todo eso deben proveer a sus hijos y darles las herramientas y el ambiente para que se desarrollen también. Cuidar le ellos cuando estan enfermos y acompañarlos en los momentos difíciles. Esta teoría supone (como punto negativo) que los ciudadanos nunca podrán vivir sin la vigilancia y control de Gobierno Padre...y créo que es así, ya que está demostrado que sin la coherción activa, nosotros los hombres hacemos una detrás de la otra (desde pasarnos un semáforo en rojo hasta hacer quebrar la bolsa como nuestros amigos los Chicago Boys).
Nada de esto se cumple en Argentina, sino todo lo contrario: cada uno pasa sí, que se salve el que pueda, y si puedo pisar al prójimo en el proceso para demostrarle mi supremasía, mejor.

Esto suena exagerado y extremista, pero cuando uno se aleja de la situación y la mira a la distancia, eso es lo que se vé.

Todo este combo de elementos de la idiocincracia son los que han guiado a un país extremadamente rico en recursos a ser pobre en valores y espíritu.

Pero volviendo al tema de este post, nosotros nos vinimos por la calidad de vida, léase:
- seguridad y paz social;
- seguridad y bienestar económico.

Si bien nuestra situación económica en Argentina era muy buena respecto a la media (y auguraba ser todavía mejor), la situación social nos empujó a irnos. Sin hijos, pero con ganas de ternerlos un día, como iba a poder vivir con el miedo paralizante de perderlo en cualquier momento? Mi esposa y yo hemos tenido varios encuentros lamentables con la inseguridad (violencia) que se vivía haya por el 2000, lo cuál me lleva a contarles un pensamiento muy personal:

**Si caminando por un camino llegamos a una encrucijada donde debemos elegir el camino a nuestra derecha o el camino a nuestra izquierda para continuar, y al mirar a la izquierda vemos escombros, un paisaje desolador y escuchamos aullidos de lobos de fondo, y al mirar a la derecha vemos un paisaje hermoso, pájaros cantando de alegría y flores por doquier, qué creen que pasará si tomamos el camino a nuestra izquierda?.... o el de nuestra derecha?.... Efectivamente**

Esto demuestra que no hay que ser un genio o un vidente para poder tomar decisiones que nos eviten los malos tragos, y aunque es lamentable admitirlo, no nos equivocamos cuando en 2004 emprendimos todo este proceso, y hoy en 2010 vemos como las cosas allá continuaron cambiando para peor.

Si hasta ahora vuestro sentido común los ha llevado por el camino que ustedes querían, confíen en él porque es la herramienta más fuerte que tienen para triunfar en lo que se propongan.

"...tengo confianza en la balanza que inclina mi parecer." Himno de mi Corazón - Los Abuelos de la Nada