Los desafíos (a largo plazo) de criar mi hijo en Québec

Québec es un lugar hermoso en lo paisajístico, estable y próspero en lo económico así como seguro en lo social. Pero esto no quita que, como papá "recién estrenado", no me plantée preguntas y cuestionamientos sobre como criar a mi hijo en Québec. No hay que olvidar, primero que nada, que él es Canadiense, y no Argentino. Él no vivirá mis experiencias de la misma forma ni en el mismo entorno, con lo cuál el primer error sería exigirle que tenga determinados reflejos ante situaciones que no son, aunque parezcan, similares. 16 000 kilómetros, otros valores e idioma y otra historia e idiosincracia separan al rio de la Plata del fleuve Saint-Laurent.

Mis incognitas mas grandes son:
- Hiper-consumo: el bienestar y prosperidad económico generan, entre otras cosa, el consumo desconmensurado de todo tipo de "gadgets" y porquerías que se vuelven esenciales, sobre todo cuando sos chico y querés pertenecer a la "tribu";
- Las drogas y el alcohol: flagelo cada vez mas instalado en todo el mundo, los países mas desarrollados industrialmente y con mas poder de consumo son los mas atacados por el problema. La facilidad para obtenerlos y el poder adquisitivo (un adolescente puede juntar en 2 meses de trabajo fácil lo suficiente para comprase un auto usado correcto!!!) hacen que la droga esté a la orden del día. Si bien cuando era adolecente (hace 10 años) la droga ya existía, no es mas que una sombra de lo que es hoy. La única solución que encuentre (ademas de machacarle la cabeza sobre lo terrible que son y los efectos irreversibles) es darle la confianza en sí mismo para decir "no" y saber plantarse en sus creencias;
- Hiper-sexualidad: los chicos acá debutan, normalmente, entre los 12 y 13 años. A los 15/16 ya llevan a dormir a la noviecita a la casa!! Mi esposa ya empieza a crisparse los nervios, pero yo (secretamente) ya estoy sacandole lustre a la .45 para echar a las fulanas en cuanto se aparezcan! Hablando en serio, a todos los hombres nos gustan las chicas desde que somos (casi) adolecentes (10/11 años) pero esto ya es quemar etapas con kerozene y "tres patitos". La única solución, otra vez, es machacarle sobre la importancia de las cosas, el amor y el sexo, cuidarse siempre y tomar las decisiones sin apresurarse. Luego solo me queda tener confianza en su buen sentido común.

En el orden de preocupaciones quedan mas atrás la salud, que se verá cada vez mas desbordada (a causa de la falta de doctores y el crecimiento de la población anciana) y la educación, que todavía no he tenido la oportunidad de evaluar objetivamente.

Lo que si se repite sin importar las fronteras o la idiocincracia es que cuantas mas herramientas le dé, mas "fuerte" va a ser para poder encarar los desafíos. Tendré que tenerle paciecia (y él a mí, que soy un Argento medio tosco!) y escuchar sus preguntas en francés y responderle en español.

Ay la que me espera!