mardi 7 septembre 2010

Ayer nos visitaron el Demonio de Tasmania y su hermana

Ayer Lunes fué el día del trabajo en todo norteamérica, por lo que tuvimos un muy merecido feriado. El clima acompaño mas o menos, pero lo disfrumatos llendo con el gordito por primera vez a la plaza a probar la hamaca para bebé.

En resumen, le encantó.

Mas tarde vinieron a visitarnos nuestros amigos de Túnes que viven acá, con sus dos "criaturitas": El mayor de 4 años y la menor de 2 1/2.


La cuestión es que estos dos hijitos del demonio no pararon de intentar hacer una atras de la otra desde que cruzaron la puerta de mi casa: tocar, romper, descuajeringar, desarmar, etc.

Fueron para mí 2 horas de stress interminables, y en mas de una ocasión quise "simular" un pequeño accidente que los niños tal vez podrían tener con mi escalera, cuestion de sacarles las ganas de seguir maltratando lo que uno se rompe tanto para tener.

Al ver a los padres frenarlos y tratar de calmarlos, nos dimos cuenta de la payasada que es la "psicología" actual Quebecoise para tratar a los chicos: no se los puede golpear, ni gritar, ni hablar en terminos amenazantes, ni dar reprimendas, ni nada de nada. Solo se puede tretar de negociar y explicar en términos que el niñito comprenda.

Esta pareja que vino a casa amenazaba a los engendritos de Belzebu con que habría "consecuencias" si seguían así. De hecho una de las consecuencias que el padre le indicaba a su hijo que habría es que no vendrían mas a visitarnos si seguía portandose mal.

DESDE YA QUE NO PISAN MAS MI CASA!!

Lo lindo es que los padres dicen que ambos niños tienen problemas "de aprendisaje", ambos niños "tienen dificultad para hablar bien", que ambos niños son "boxeados" en el jardín de infantes...que casualidad, no?

Lo triste es que en 2 años ese chico empieza el primer grado, y yo sé lo que va a pasar: la maestra los va a llamar a los padres la primera semana de clases para informarles que "el chico necesita de una escuela para chicos especiales con necesidades especiales", el pibe va a terminar tomando Vicodin, y no va a ir ni para atrás ni para adelante.

Y todo por qué? Porque nadie le puso dos gritos bien puestos en el momento correcto y un chirlo en la cola (de mentirita nomás, hacer el gesto ya al chico lo asusta).

Sí, es cierto, los chicos son totalmente vulnerables a la voluntad de los adultos y a sus abusos, con lo cuál hay que vigilar mucho como se los trata (los nuestros y los ajenos), pero el libertinaje total es igual de nocivo, y eso es lo que pasa hoy en Québec.

Si todo va bien, la vision de la cosa se ira acercando cada vez mas a un punto intermedio y sano para que los chicos no sean bajo ningún punto de vista maltratados pero que tampoco pierdan los tan necesarios límites para poder convivir en sociedad y desarrollarse sin problema en la vida.

A ver si escuchando un poquito de Martine Girault se me calman los nervios...!

5 commentaires:

  1. Yo me imagino que algún padre pondrá ciertos límites en algún momento. No puede todo el mundo ser taaan permisivo o la sociedad no caminaría. Como hace la gente en general?

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  2. Yo conoci un caso, de una familia (de colombianos) que el papá le pego al niño porque se portaba mal (educacion latina, como ninguna XD), y luego, este niño, llamo al 911 y denuncio al papá. La policia llego y metieron al papá unos meses en la carcel (noc cuantos la vdd) y al salir de la carcel, este tipo, se regreso para Colombia con toda la familia... y que no se imaginan que hizo con el niño en Colombia? :) algo para que no le queden mas ganas de llamar al 911 ajajaj
    Es una historia de tercera mano (Osea, el amigo del amigo del señor) :P asi q no se que tan cierta o mentira es... Pero bueno, ahi esta la anecdota xD

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  3. No me digan que en Quebec no conocen el coscacho pedagógico ?

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  4. Creo que nunca dar un chirlo soluciona todos los problemas, ni que no darlo sea la causa de todos ellos. Hay cosas mucho más complejas que forjan la personalidad de un chico desde el día que nace.

    Ni mi mujer ni yo jamás en la vida le hemos dado un solo chirlo a nuestros hijos y ni siquiera los hemos amenazado con hacerlo, ni gestual ni verbalmente, y puedo asegurar que se portan de mil maravillas, tanto en casa como en el colegio o en casa de nuestros amigos.

    Conozco a otras personas que actuan de la misma manera que nosotros con repecto a los castigos físicos y no pueden sacar a sus hijos a ningún lado sin pasar un papelón.

    Lo que quiero decir es que a mi entender, si alguien considera que es necesario pegarle un chico para poder educarlo es porque hizo unas cuantas cosas mal antes. Los responsables siempre son los padres.

    Abrazo
    Rey Cacho

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